No tan sorpresivamente y a pesar de varias solicitudes que invitaban a la concertación previa, el gobierno de Juan Manuel Santos en cabeza de sus Ministros de Interior Fernando Carrillo y de Comercio Segio Díaz-Granados ha radicado nuevamente la #leyLleras2 en el congreso.
El nuevo texto, salvo un par de detalles, es una copia del que en marzo de 2012 radicó con mensaje de urgencia el gobierno y el Congreso aprobó en un plazo inusual, menos de 20 días, convirtiéndose en la Ley 1520. La ley fue declarada inexequible en enero de este año por la Corte Constitucional por vicios de forma al considerar que el trámite se había dado en la comisión equivocada.
Hemos sostenido, que este tipo de regulaciones deberían pasar por el consenso y la discusión previa. Aunque no nos sorprende que la salida del gobierno siempre sea presentar estas normas de espaldas a la opinión pública, hay un dejo de desconcierto que parte del hecho de que no se aprenda de las lecciones pasadas.
Dado que el texto es básicamente el mismo, mientras construimos y publicamos los comentarios al nuevo proyecto, queremos volver a compartir dos documentos elaborados durante el trámite del proyecto anterior que dio lugar al ley 1520 (1) los comentarios jurídicos que presentamos y (2) la carta de un grupo internacional de académicos y expertos de propiedad intelectual a los congresistas colombianos comentando ellos el proyecto de ley.
Enfatizamos nuestra postura: No estamos en contra de las regulaciones a Internet, ni en contra de los derechos de autor. De hecho creemos que la actualización de este tipo de leyes es necesaria, pero insistimos que cualquier cambio o nuevas normas que afecten los entornos digitales deben plantear en forma especial y cuidadosa mecanismos de balance que garanticen la libertad de expresión, el acceso a la información, la cultura y no prioricen el bien particular sobre el bien público. De antemano anunciamos nuestra disposición de participar en los debates que se susciten alrededor de este nuevo proyecto de ley y esperamos que el llamado al diálogo y la concertación por fin sea escuchado para lograr tener una ley de implementación de TLC justa e incluyente, que realmente se ajuste a nuestra realidad y no nos niegue a futuro las posibilidades que nos puede brindar Internet como medio para la participación y construcción ciudadana y como mecanismo para la innovación y creación.